Filosofía Reggio Emilia
La filosofía de Reggio Emilia es una experiencia educativa que nace en 1945 en el norte de Italia, en una ciudad llamada Reggio Emilia. Es reconocida mundialmente como una de las mejores propuestas educativas para primera infancia y además, la Escuela de Educación de Harvard la estudia como modelo de grupos de aprendizaje.
Esta propuesta se centra en los siguientes principios básicos y su fundador es Loris Malaguzzi:
1. El niño como protagonista: los niños y las niñas son fuertes, ricos, capaces e interesados por establecer relaciones. Todos los infantes tienen preparación, potencial, curiosidad e interés en construir su aprendizaje y negociar en su ambiente.
2. Docente competente, colaborador, investigador y guía: los docentes acompañan a los niños en la exploración de temas, proyectos, investigaciones y construcción de aprendizaje.
3. Espacio como tercer maestro: el diseño y el uso del espacio promueve relaciones, comunicaciones y encuentros (Gandini, 1993). Hay un orden y belleza implícito en el diseño y organización del espacio, equipo y materiales en una escuela (Lewin, 1995). Cada esquina de cada espacio tiene su identidad y propósito, y es valorado por niños y adultos.
4. Las familias como aliadas: la participación de las familias es vital y toma distintas formas. Los padres tienen un rol activo en las experiencias de aprendizaje de los niños y ayudan a asegurar el bienestar de los niños en la escuela.
5. La documentación pedagógica: se utiliza como forma de hacer visibles a los niños y adultos como co-constructores de cultura y conocimiento. La documentación tiene muchos objetivos: hace a los padres conscientes de las experiencias de sus hijos; permite a los docentes entender mejor a los niños, evaluar su propio trabajo y compartir con los colegas.
Esta propuesta se centra en los siguientes principios básicos y su fundador es Loris Malaguzzi:
1. El niño como protagonista: los niños y las niñas son fuertes, ricos, capaces e interesados por establecer relaciones. Todos los infantes tienen preparación, potencial, curiosidad e interés en construir su aprendizaje y negociar en su ambiente.
2. Docente competente, colaborador, investigador y guía: los docentes acompañan a los niños en la exploración de temas, proyectos, investigaciones y construcción de aprendizaje.
3. Espacio como tercer maestro: el diseño y el uso del espacio promueve relaciones, comunicaciones y encuentros (Gandini, 1993). Hay un orden y belleza implícito en el diseño y organización del espacio, equipo y materiales en una escuela (Lewin, 1995). Cada esquina de cada espacio tiene su identidad y propósito, y es valorado por niños y adultos.
4. Las familias como aliadas: la participación de las familias es vital y toma distintas formas. Los padres tienen un rol activo en las experiencias de aprendizaje de los niños y ayudan a asegurar el bienestar de los niños en la escuela.
5. La documentación pedagógica: se utiliza como forma de hacer visibles a los niños y adultos como co-constructores de cultura y conocimiento. La documentación tiene muchos objetivos: hace a los padres conscientes de las experiencias de sus hijos; permite a los docentes entender mejor a los niños, evaluar su propio trabajo y compartir con los colegas.